Los Astrónomos suponían que las estrellas nacidas al mismo tiempo, bajo la misma nube de gas madre, y con la misma masa, deberían tener, como los gemelos humanos, las mismas propiedades físicas.
Los Astrónomos suponían que las estrellas nacidas al mismo tiempo, bajo la misma nube de gas madre, y con la misma masa, deberían tener, como los gemelos humanos, las mismas propiedades físicas.
Ha sido una gran sorpresa el descubrimiento de un par de estrellas gemelas en la Nebulosa de Orión, conocida fábrica estelar ubicada a 1.500 años luz de la Tierra, que estas tengan una luminosidad y temperaturas muy diferentes una respecto de la otra. Una de las gemelas se ha desarrollado, aparentemente, en forma más lenta que su compañera, también conocidas como “Par 1802”.
“Las observaciones del “Par 1802” proveen evidencia directa de que el orden del nacimiento en estrellas gemelas idénticas puede manifestarse como una diferencia física observable entre dos estrellas, por lo menos cuando son muy jóvenes', afirmó Keivan Stassun, astrónomo de la Universidad de Vanderbilt, en Tennessee, EE.UU.
Tanto Stassun como un grupo de colegas han encontrado que la diferencia de temperatura de las superficies de las gemelas ronda el 10 por ciento, o 300 grados Kelvin, y que una de las estrellas es 50 por ciento más brillante que su hermana. Los científicos tienen la firme sospecha de que una es hasta 10 por ciento más grande que la otra.
“La manera más simple de explicar estas diferencias, sería considerar que una de las hermanas se formo 500 mil años antes que la otra. Lo que equivaldría en la escala de nacimiento humano, a una diferencia de medio día entre hermanos gemelos”, aseveró Stassun.
Esta imagen de la Nebulosa de Orión muestra las estrellas gemelas que los astrónomos han denominado Par
1802. Las gemelas tienen 1 millón de años de edad. Las dos estrellas aparecen como un único punto de luz
porque están demasiado próximos entre sí para verse resueltas. Créditos: NASA-JPL-STScI/David James.
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Este descubrimiento es más que una curiosidad, el “Par 1802” es un sistema del tipo binario eclipsante, es decir, las gemelas se orbitan periódicamente una frente a la otra, lo que bloquea regularmente la luminosidad de su compañera, en relación a la perspectiva visual desde la Tierra. Justamente es este fenómeno el que se utiliza para delinear los criterios de medición de propiedades físicas básicas de las estrellas y para probar teorías de formación estelar.
“Las variables eclipsantes tan jóvenes como estas, son la Piedra de la Roseta, que nos brindan información sobre la historia de vida de las estrellas recientemente nacidas” aseveró Stassun.
Los científicos estiman que luego de este análisis, miles de estrellas jóvenes podrían necesitar un reajuste de edad de al menos 20 por ciento para estrellas de mediana masa como el sol, y hasta un 50 por ciento para estrellas pequeñas como las enanas marrones.
“Estábamos realmente sorprendidos cuando descubrimos por primera vez, las diferencias de luminosidad, temperatura y tamaño” comentó Stassun. “Creíamos que las estrellas nacidas al mismo tiempo con la misma masa debían lucir similares, pero nuestros actuales modelos predictivos de formación de estrellas binarias no están funcionando, y esto es una nueva fuente de información muy importante” concluyó.