El análisis detallado de dos tormentas del tamaño de continentes terrestres que 'estallaron' en la atmósfera de Júpiter en marzo de 2007, muestra que el calor interno de Júpiter juega un papel importante en la generación de perturbaciones atmosféricas. La comprensión de este evento podría ser la llave que abre los misterios de las profundidades de la atmósfera joviana, dicen los astrónomos.
La comprensión de estos fenómenos es importante para la Tierra (para la meteorología), donde las tormentas están presentes en todas partes y las corrientes de chorro dominan la circulación de la alta atmósfera terrestre. Júpiter es un laboratorio natural donde los científicos atmosféricos estudian la naturaleza y la interacción de los intensos chorros y los fenómenos atmosféricos. Las corrientes de chorro o 'jets streams', se producen en la atmósfera de nuestro planeta y la de Jupiter. Es viento de alta velocidad, que se produce a gran altura (mas de 20 kilometros en nuestro planeta), y que puede viajar a muy alta velocidad.
Un equipo internacional coordinado por Agustín Sánchez-Lavega de la Universidad del País Vasco en España presenta sus conclusiones sobre este caso en el número de enero 24 de 2008 de la revista Nature.
El equipo observó el nuevo estallido de actividad de las nubes y su evolución con una resolución sin precedentes utilizando el Telescopio Espacial Hubble, el Telescopio Infrarrojo de la NASA en Hawaii, y los telescopios ubicados en las Islas Canarias (España). Una red de telescopios pequeños en todo el mundo también ayudó a esta investigación.