Por lo tanto debemos tomarnos algún trabajo extra para lograr una puesta en estación óptima consigna principal de esta nota, ya que como aficionado a la astronomía, he utilizado un método que si bien no he inventado después de razonarlo y llevarlo a la práctica me ha brindado excelentes resultados.
Orientándonos
Lo primero que debemos tener en cuenta es la orientación de la imagen que vemos en el ocular, donde generalmente debido al efecto de refracciones y reflexiones, oculares, prismas y otros accesorios que colaboran en la desviación de los rayos de luz muy posiblemente provoquen que la imagen no esté ubicada en la dirección que esperamos.
A esto nos referimos cuando hacemos referencia a la visión de una imagen normal o una imagen invertida.
Se le llama imagen normal a la vista que obtenemos si observando el cenit, ubicamos el punto Norte y girando en sentido horario van apareciendo gradualmente el Oeste, el Sur y por último el Este, para regresar al Norte de donde partimos originariamente.
En cambio se dice que una imagen está astronómicamente invertida, cuando al repetir la operación anterior, observamos el Este, el Sur y el Oeste, en ese orden.
La configuración óptica a la cual me refiero en este caso, es la simple y bien conocida por todos los aficionados, “ la configuración del telescopio Newton”; Que consiste en un espejo parabólico que refleja los rayos de luz hacia un espejo secundario plano que a su vez los desvía a 90º hacia su destino final, el ocular. En este montaje óptico (uno de los más comunes) la imagen si se encuentra astronómicamente invertida.
Por Ejemplo:
Si apuntamos el telescopio hacia el Este, y nos situamos al lado mirando en la misma dirección, nos encontramos con el Este delante de nosotros, el Oeste detrás, el Norte a la izquierda y el Sur a la derecha.(Obsérvese que es la misma configuración que la anterior, con la diferencia que variamos el punto de vista).Hecho que no sucede así cuando observamos la misma imagen en el ocular, que como hemos mencionado se visualiza invertida, arrojando como resultado la vista del Oeste abajo, (o delante de nosotros), el Este arriba(o detrás) el Norte a la derecha, y el Sur a la izquierda.
Hagamos el trabajo
Aproximándonos a la estación:
Si bien sabemos que no es una tarea agradable, por el tiempo que se debe invertir en ella, no podría aseverar que se trate de una tarea difícil.
El objetivo a cumplir es el de alinear el eje polar de la montura con la línea Norte Sur, a fines que el movimiento de relojería o en su defecto el movimiento manual del eje horario pueda seguir un objeto en su movimiento aparente sin tener que hacer correcciones en el eje de declinación, algo de suma importancia para la práctica fotográfica y también esencial para cuando tenemos que ubicar un objeto por intermedio de coordenadas.
Con la base de la montura nivelada (trabajo que se logra mediante un nivel de burbuja del tipo circular donde la burbuja de aire debe ubicarse en el centro del visor para poder considerar a la superficie en cuestión nivelada), el eje polar aproximadamente alineado, y dando por hecho que la inclinación con respecto a la latitud del lugar es la correcta, (esto se logra por intermedio de un goniómetro, herramienta de nombre un tanto extraño pero de fácil adquisición, de precio económico y sencillo funcionamiento, se trata de un cuadrante graduado en grados de arco con una base plana que se apoya sobre la superficie a medir, y donde una pequeña aguja con peso en uno de sus extremos marca utilizando la fuerza de gravedad como energía para su funcionamiento el ángulo en que se encuentra inclinada la pieza en cuestión con respecto a la vertical del lugar).
Ajuste preciso de la inclinación del eje horario
Este emprendimiento vamos a lograrlo como ya mencionamos anteriormente tratando de conseguir una buena aproximación por intermedio de un goniómetro y luego centrando una estrella en el ocular (de aproximadamente 12.5 mm) la cual debería tener una declinación de mas o menos –70º y encontrarse en el cuadrante SE.
A esta estrella debemos seguirla durante aproximadamente diez minutos y observar hacia donde se desplaza. Es evidente que si no tenemos alineado debidamente el eje horario con respecto a la inclinación, la estrella sufrirá modificaciones en la ubicación del campo visual del ocular, moviéndose hacia el Norte en caso de estar el polo Sur del instrumento más alto que el polo Sur real, o hacia el Sur si está mas bajo.
Esta regla se cumple en las condiciones ya descriptas y es independiente de la alineación acimutal. El paso a seguir es el de ir corrigiendo, hacia arriba o hacia abajo, la inclinación del eje polar hasta conseguir que la estrella no se derive hacia ninguno de los dos Polos.
Logrado este objetivo pasamos a la alineación del eje acimutal.
Ajuste preciso del acimut del eje horario
El ejercicio consiste en apuntar y colocar en el centro de un ocular que nos ofrezca un campo considerable, por ejemplo 17mm, una estrella ubicada en el Este a la altura del Ecuador a unos cuarenta grados del horizonte (cuestión de tener tiempo suficiente para hacer varias mediciones antes de que el astro pase por el tránsito y esto se convierta en una tarea digna de un contorsionista).
Luego debemos tomar la hora en que fue centrada para aguardar por lo menos diez minutos antes de volver a observar y constatar si la estrella está aún en el centro o se ha desplazado de el.
En caso de haber sufrido un desplazamiento, significa que la montura se encuentra desalineada en acimut, por lo que se debe observar hacia donde se ha movido.
De ese desplazamiento deduciremos en consecuencia hacia donde debemos realizar la corrección de la montura.
Si la estrella se corrió y debemos corregir la declinación hacia el Norte nuestro trabajo consiste en mover la montura en acimut hacia el Oeste, y si debemos corregir la declinación hacia el Sur, el movimiento de la montura en acimut deberá ser hacia el Este.
Ahora bien, supongamos que ya logramos que el astro quede en el centro del ocular de 17mm durante tres períodos de diez minutos sin tener que realizar correcciones, entonces es hora de pasar a la siguiente fase, donde debemos hacer exactamente lo mismo que hemos hecho ya, pero con un ocular que nos provea de un campo visual bastante menor que el anterior.
En mi caso particular este trabajo lo llevé a cabo con un ocular de 6,5mm que en mi instrumento me ofrece un campo visual de 12,5’ de grado y donde logré mantener la estrella centrada durante treinta minutos y dentro del campo visual alrededor de una hora y cuarto (no está nada mal!) .
No obstante sería de gran utilidad y facilitaría de buena manera el trabajo si se pudiera acceder a un ocular reticulado.
¿Cómo funciona este método?
Al comenzar con este trabajo empezaron a emerger muchas preguntas, como por ejemplo ¿Por qué debo mover la montura hacia el Oeste si debo corregir la declinación hacia el Norte? ¿Por qué debo subir el polo elevado, si debo corregir la declinación hacia el Sur?
Fue entonces cuando decidí emular las condiciones, tanto de la Tierra como del telescopio en un “laboratorio”. Esto lo logré colocando un láser en la punta del tubo de un pequeño refractor con montura ecuatorial (mi primer telescopio) y ubicando la alineación del eje polar paralelo a la pared simulé que la posición inicial de la alineación era la línea exacta Norte Sur, y que en la pared se encontraba el Este.
Apunté el telescopio hacia el “Este” (pared) y encendí el láser, este me indicó un punto en la pared que con un lápiz fui marcando mientras hacía girar el telescopio en eje horario.
Esto arrojó como resultado una línea que suponía ser el movimiento aparente de una estrella X en la bóveda celeste.
Luego desvié la alineación de la montura hacia el Este y corregí la declinación hasta hacer coincidir el punto del láser, ahora desplazado, con la línea del movimiento aparente, como haríamos si tuviéramos que alinear una estrella en el ocular en el caso de estar haciéndolo en realidad.
Una vez alineado el láser comencé a girar el telescopio en el eje horario y me encontré con que el punto de luz comienza a apartarse desplazándose, para mi sorpresa, hacia el Sur y corriéndose la seudo estrellita hacia el Norte.
Obviamente debí corregir la declinación hacia el Norte para volver a centrar el láser con respecto al camino aparente de la estrella.
¿Por qué sucede esto?
Muy sencillo, supongamos que el telescopio es un compás, cuya punta central es el eje horario y la punta que porta el lápiz es el tubo. Ahora tomemos como centro de la circunferencia que describe la estrella el punto cardinal Sur (ni más ni menos que lo que en realidad sucede). Para que el giro del eje horario concuerde con el del astro en cuestión debería estar clavada la punta del supuesto compás en el centro de la circunferencia descripta. Pero nuestro problema radica en que las totalidades de la veces esto no es así.
Pues bien, si la montura está desplazada hacia el Este nuestra estrella irá corriéndose gradualmente hacia el Norte (esto se cumple siempre y cuando tomemos un astro ubicado en el Este) y esto sucede porque al alinear la estrella en el ocular lo que estamos haciendo es acortar el radio de la circunferencia a trazar por nuestro “telescopio compás” con respecto del radio real entre la estrella y el polo Sur.
En el caso que la montura esté desplazada hacia el Oeste lo que sucede es que alargamos el radio de la circunferencia a trazar y nuestra referencia se ve desplazada hacia el Sur.
Conclusión
Esto es todo lo que se debe hacer para poder poner nuestro telescopio en estación y si por esas casualidades de la vida Ud. Lleva a cabo el ejercicio y se encuentra con que la estrellita no se mueve del centro del ocular en los próximos veinte o veinticinco minutos haga lo siguiente: Guarde el telescopio y diríjase al casino.
Ud. Está en su noche de suerte!!!!!!
¡Importante!
Será de gran beneficio contar con un tornillo regulador para el movimiento del acimut de la montura puesto que esto facilitará las cosas cuando esté ya bastante cerca de la posición adecuada.
Buenos cielos