Una pequeña historia

[krathos3]

Miguel estaba muy ilusionado, ya había montado su nuevo y flamante telescopio en el jardín y ardía en deseos por que oscureciese lo antes posible y es que la astronomía siempre le había fascinado, así que después de juntar unos ahorros con mucho esfuerzo se había comprado su primer telescopio. Ya se había leído mil veces el manual, como si de tanto leerlo pudiese encontrar algo nuevo en aquellas páginas, aunque realmente lo único que deseaba era distraerse y que el tiempo pasase mas rápido. 

Finalmente, después de su enésima salida a la ventana empezó a distinguir las primeras estrellas en el cielo, con lo que se apresuró a terminar lo que estaba haciendo y se dirigió al exterior de la casa. El telescopio llevaba ya varias horas plantado sobre la hierba en el mismo centro del jardín para que los frutales o la casa entorpecieran la visión lo mínimo posible. Sacó la consola de su alojamiento y empezó a seguir las instrucciones para ponerlo en estación, estaba emocionado por poder dejar atrás aquellas páginas del manual y poder poner en practica todo lo leído durante aquella tarde que se había tornado eterna y a su vez se sentía orgulloso de si mismo por saber ya para que servía cada rueda y cada botón. Una vez estuvo todo a punto llegó la pregunta: ¿Que voy a ver?.  En ese momento se dio cuenta de que sabía todo acerca del telescopio pero no sabía nada del cielo. Entró en un listado y empezó a moverse hacia arriba y abajo viendo pasar nombres, números, letras sin saber que era cada cual, hasta que finalmente la casualidad hizo que se detuviese  en "Cástor", y pensó... a ver que es esto....

Pulsó el botón de búsqueda y rápidamente los pequeños motores y piñones del telescopio se pusieron en marcha dirigiendo el telescopio al cielo hasta detenerse. Miguel se acercó al ocular con grandes expectativas, en su cabeza iban y venían imágenes de grandes galaxias con sus brazos y sus incontables estrellas, nebulosas brillantes y coloridas, pero sin embargo tan solo consiguió distinguir dos puntos brillantes.

Solo son dos estrellas, pensó, así que volvió a coger la consola y empezó a buscar otro objetivo por si esta vez había mas suerte y encontraba algo digno de llamar su atención. 

- M34 Cúmulo espiral, esto tiene buena pinta. Dijo en voz alta.

Ya casi había pulsado el botón de "buscar" cuando una voz le interrumpió.

- Hola Miguel

- Hola...

Respondió levantando la vista de la consola mientra alcanzaba a distinguir a uno de sus vecinos del otro lado de un pequeño muro de bloques que separaba ambas parcelas.

- No sabía que tuvieras un telescopio. Le dijo.

- Me ha llegado hoy, lo estoy estrenando ahora mismo.

- Yo tengo un buen telescopio cogiendo polvo en el trastero, pero ahora con los niños ya no encuentro tiempo. ¿Y que estas mirando?

- Unas estrellas. Respondió Miguel un poco avergonzado de no poder concretar algo mas. Así que trató de explicarse.

- No conozco casi nada y no se que ver, he puesto "Castor" en la consola y se ven unas estrellas.

- Cástor. La cabeza de uno de los Gemelos. 

Dijo su vecino apartando la mirada del cielo para contemplar la cara de estupor con la que se había quedado Miguel ante aquella información. Así que continuó.

- ¿Ves esas estrellas de ahí? Dijo mientras intentaba señalar con el dedo.

- Si. Respondió Miguel.

- Son Polux y Cástor, las dos cabezas de Géminis o los gemelos. Si te fijas bien puedes distinguir sus troncos, sus brazos y sus piernas.

- Si, los veo.

- Pues resulta que Cástor es una estrella interesante, pues es una binaria visual, vamos..... que aunque a simple vista parece una, con unos pocos aumentos puedes ver que en realidad son dos. Están girando una alrededor de la otra en una órbita que dura algo mas de 400 años. ¿Sabes algo que siempre me ha llamado la atención de las estrellas?

Miguel se quedó en silencio esperando a que su vecino continuase.

- Pues por ejemplo Cástor está si mal no recuerdo como a cincuenta años luz, que es relativamente cerca, pero eso quiere decir que la luz que estamos viendo ahora mismo salio de allá en.... 1970.
Miguel se quedó  mirando aquella estrella, imaginándose lo lejos que tendría que estar para que la luz tardase 50 años en llegar a la tierra.

Estaba tan absorto que ni siquiera se percató de que su vecino se despedía de el y se volvía a meter en casa, cuando despertó de su asombro y se dio cuenta que estaba solo volvió su ojo hacia el ocular, porque aunque sabía que iba a ver la misma imagen que unos minutos atrás ya no iba a ser lo mismo.

Editado 1 de Junio del 2020 por krathos3

[krathos3]

Hoy está la noche mala así que se me ha dado por escribir una pequeña historia. 

Espero que les guste...

[Lucho2000]

Si uno pone en contexto lo que esta viendo, todo se vuelve fascinante..

[jordix]

hace 10 minutos, Lucho2000 dijo:

Si uno pone en contexto lo que esta viendo, todo se vuelve fascinante..

 

efectivamente, miras a que distancia está, en segun que casos que tamaño tiene, cuanto brilla (magnitud), y entonces te das cuenta que, aunque esas expectativas de ver las fotos del hubble (que supongo que todos hemos tenido algna vez cuando eramos totalmente ignorantes sobre la observacion visual), se transforman totalmente y pongo un ejemplo de los que ultimamente mas me han emocionado: estas viendo de una sola tacada dos galaxias M65 y M66 (dos de las tres del triplete de Leo) y que estan a la nada despreciable distancia de 35 MILLONES de años luz te hace "ver las cosas de otra forma", ya no pienso tanto en ver detalles, que sabes son muy dificiles en visual, como en sencillamente "poder ver eso en vivo y en directo" 

muy muy emocionante... 

 

buen relato krathos!

[Haco]

Un gran relato sí señor así debería enseñarse a observar el cielo. Yo el otro día estrené mi 150/750 en espacio profundo y escogí M31, la gran galaxia de Andrómeda, o mejor podría llamarla el gran dragón que en unos miles de millones de años se comerá a nuestra vía láctea, es decir a nosotros y pasaremos a formar parte de una galaxia más grande. Luego vi que podía observar las Pléyades y recordar que están puestas en el cielo las 7 hijas justo ahí para que el ojo del toro, aldebarán las vigile y proteja...me encanta la mitología y he leído mucho pero aún me falta y esos datos de distancia y el año de la luz q estamos viendo son estremecedores...

Muchas gracias por la historia de Miguel que debería intentar aprender de ese vecino.